Es un privilegio contar con unos de los pocos ejemplos de "arquitectura surrealista" en nuestro país (México). En medio de la Huasteca Potosina, Xilitla, nos encontramos con el Jardín "Las Pozas" de Sir Edward James.
En un viaje que realizó por México en busca de orquídeas, Edward James quedó "enamorado" de Xilitla y decidió construir este jardín en el que pretendía cultivar sus orquídeas además de convertirlo en un jardín escultórico. Su pasión por el arte y en especial por el movimiento surrealista, (amigo de Salvador Dalí), lo llevarían a crear una obra sin igual.
Los laberinticos senderos a lo largo de los jardines dirigen a los visitantes a las pozas y al ingreso, a lo largo de dichos senderos nos encontramos con diferentes construcciones y/o esculturas surrealistas que conviven en armonía con la vegetación del lugar.
Escaleras de caracol, (sin barandales), a gran altura que "no llevan" a ningún lugar. Flores de concreto, Bibliotecas sin libros, caminos que se pierden y se convierten en senderos en medio de la selva, etc.
Me parece que esta es una de esas obras que nos recuerdan que, aunque no participó ningún arquitecto, las sensaciones creadas por los elementos arquitectónicos que definen un espacio ya sea abierto, semi-abierto o bien cerrado no son un mito. Un claro ejemplo son las escaleras "al cielo", dos escaleras de caracol que se conectan con un puente en su punto más alto y a su vez se conectan con otra estructura por un puente concavo y escalones curvos (ver imagen superior), al cruzar el puente que conecta las dos estructuras y antes de subir las escaleras de caracol es inevitable sentir inestabilidad y/o vertigo. El puente es lo suficientemente ancho para que pasen dos personas caminando sin problema, solo por la forma del puente y los escalones al final del mismo se logra esta sensación antes mencionada.
Esta es una obra que sin duda vale la pena visitar pues por más que se describa nunca sera suficiente comparado con la experiencia de estar ahí.
En un viaje que realizó por México en busca de orquídeas, Edward James quedó "enamorado" de Xilitla y decidió construir este jardín en el que pretendía cultivar sus orquídeas además de convertirlo en un jardín escultórico. Su pasión por el arte y en especial por el movimiento surrealista, (amigo de Salvador Dalí), lo llevarían a crear una obra sin igual.
Los laberinticos senderos a lo largo de los jardines dirigen a los visitantes a las pozas y al ingreso, a lo largo de dichos senderos nos encontramos con diferentes construcciones y/o esculturas surrealistas que conviven en armonía con la vegetación del lugar.
Escaleras de caracol, (sin barandales), a gran altura que "no llevan" a ningún lugar. Flores de concreto, Bibliotecas sin libros, caminos que se pierden y se convierten en senderos en medio de la selva, etc.
Me parece que esta es una de esas obras que nos recuerdan que, aunque no participó ningún arquitecto, las sensaciones creadas por los elementos arquitectónicos que definen un espacio ya sea abierto, semi-abierto o bien cerrado no son un mito. Un claro ejemplo son las escaleras "al cielo", dos escaleras de caracol que se conectan con un puente en su punto más alto y a su vez se conectan con otra estructura por un puente concavo y escalones curvos (ver imagen superior), al cruzar el puente que conecta las dos estructuras y antes de subir las escaleras de caracol es inevitable sentir inestabilidad y/o vertigo. El puente es lo suficientemente ancho para que pasen dos personas caminando sin problema, solo por la forma del puente y los escalones al final del mismo se logra esta sensación antes mencionada.
Esta es una obra que sin duda vale la pena visitar pues por más que se describa nunca sera suficiente comparado con la experiencia de estar ahí.
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